Al fin y al cabo nuestra cabeza es el desván de los recuerdos; las cosas físicas que guardamos, son lo que nos conecta con esos mismos recuerdos, como también los olores, los sabores o las canciones, que nos transportan a algún lugar en el tiempo, que nos evocan momentos o personas que han pasado por nuestras vidas. Todos mis recuerdos (que para muchos serían cachureos), me transportan, alimentan mi nostalgia y me hacen recordar...Me gusta saber que están ahí, aunque no los vea tan seguido, pero al encontrarlos son como un mapa del tesoro de los momentos olvidados. Cajitas dentro de las cajas de las cajas grandes, llenas de recuerdos. Trataré de mirar dentro de los baúles de mi mente y comenzar a recordar...
